La frase del día

El hombre puede vivir unos cuarenta días sin comida, unos tres días sin agua, unos ocho minutos sin aire, pero sólo un segundo sin esperanza.” — CHARLES DARWIN

viernes, 3 de julio de 2015

POSITIVIDAD

"Y es que, en verdad, hay días en los que uno no debería levantarse". Es esta una frase que sin duda muchas veces hemos escuchado, dicho y hasta padecido. Pero no es menos cierto que hay muchas veces en que el día se nos va de las manos por una acumulación de sentimientos negativos que nos hacen perder la perspectiva, llevándonos hacia un pozo amargo que termina por fastidiarnos el día. Bien es cierto que hay veces que los golpes son tan aplastantes que no tienes por menos que claudicar; pero eso no significa que siempre tengas que dar la jornada por nefasta, sin más. Hay que al menos intentar encarar todo con una sonrisa, para tratar de enderezar lo que quede y, si es posible, voltear el marcador (utilizando, si me lo permitís un símil futbolero) hasta lograr que sea un día alegre.
Hoy me ha pasado algo así: me he levantado con el ánimo tocado, se han sucedido un par de reveses y, por obra del desánimo, ya parecía que iba a ser un viernes abocado al fracaso. Sin saber el motivo, me he decidido a tirar de sonrisa y a intentar que el viernes tuviera la oportunidad que se merece. Y buscando he encontrado tres puntales que han hecho de él un día de provecho.
El último ha sido la visita de un bardo que me ha hecho un regalo inesperado y que me ha emocionado: un libro de relatos que incluía uno suyo, con una dedicatoria que me ha conmovido, de veras. Gran escritor, mejor amigo y optima persona, muchas gracias José Luis por ese detalle que me ha llegado más dentro de lo que puedes imaginar.
El segundo, una genial canción del gran Michael Jackson, que para mí siempre ha tenido un halo de positividad y que, por avatares del mp-3, ha sonado en el coche. Creo que han sido siete las veces que la he repetido; primero más bajo, luego más fuerte, para terminar cantándola como si no fuera a corear nunca mas otra. Me ha animado de veras.
Y lo primero y más importante (perdonadme Michael y José Luis: a vosotros también os quiero), una mirada que sabe reir y una risa que ilumina mundos, y que me han hecho levantarme del torbellino de negatividad en el que estaba devorando la jornada. Han estado conmigo durante todo el día, en el ilusionario de mi alma, alentándome y elevándome hasta hacerme comprender que nunca te debes dejar atrapar por un momento malo. Tengo mucha suerte, en verdad, de tenerte cerca.