La frase del día

El hombre puede vivir unos cuarenta días sin comida, unos tres días sin agua, unos ocho minutos sin aire, pero sólo un segundo sin esperanza.” — CHARLES DARWIN

sábado, 8 de octubre de 2016

DUELE EL CORAZÓN

La verdad es que Enrique Iglesias nunca ha sido santo de mi devoción, pero esta es una canción que es raro el día que no escuche por la radio, con lo cual se ha convertido para mí en un himno de partida hacia un mundo nuevo, así que la comparto con todos vosotros.

domingo, 2 de octubre de 2016

SIETE VIDAS

   Viendo mi blog, me he dado cuenta del tiempo que el duende que está en mí lleva callado. Ha estado escondido, esperando que la tormenta pasara, sin atreverse a asomarse a la puerta para llamar, por temor a molestar. Ha tenido la paciencia suficiente para ver como mi alma se iba sosegando, recobrando la templanza por momentos y alcanzando la cota de paz suficiente como para poder dar rienda suelta a mi alter ego, sin que ello lllevara sufrimiento implícito alguno.
   Y es que, desde el ocho de mayo que publiqué mi última entrada, han pasado tantas cosas, han cambiado tantas circunstancias, que a día de hoy no es descabellado afirmar que dentro de mi piel habita un nuevo yo que, como decía el genial Antonio Flores en su canción "siete vidas", ya ha roto con el pasado, con ese mundo que me mantenía atado sin saberlo a turbulencias de dolores estériles y perniciosos. Bien es cierto que aquella canción hablaba de una realidad marginal de adicciones a sustancias adictivas; pero no es menos cierto que el mantenerse viviendo en un dolor constante puede llegar a ser la peor de las adicciones. Y ha tenido que dar mi vida un giro de ciento ochenta grados para poder darme cuenta de ello. Pese a desarrollar mi particular filosofía que yo bauticé como "siempre 101", sin que me diera cuenta estaba sometido a una esclavitud al dolor del todo insana. De no ser por esa forma de pensar, habría sucumbido preso de mí mismo. Y todo esto lo sabía el duende, y callaba dejndo que me diera cuenta por mis propios medios, porque si algo hay cierto es que junto a la llave de la perdición, descansaba en un cojín de plata la de la salvación. Y no había otro que pudiera decidir por mí cual coger. Hoy puedo afirmar que cogí la adecuada.
    Y en todo este camino he tenido un aliado indispensable, sin el que no habría podido decidirme a escoger la llave buena, el camino correcto: el amor de una princesa. Ella me h dado durante todo el tiempo que llevamos juntos, grandes dosis de amor, ternura, pasión, alegría, cascabeles, inspiración, calor, firmeza cuando ha sido necesaria, dulzura,   bondad y un universo fascinante por descubrir cuando me asomo al maravilloso universo de sus ojos. Su sonrisa ha calentado mis huesos, eliminado mis cicatrices, borrado mis sombras, enseñado muchas veredas que se abrían ante mí y que sin ella, nunca hubiera siquiera considerado tomar, y han sido lo mejor que me ha podido pasar en la vida, al igual que ella que, sin duda, ha sido lo mejor que me ha pasado en la vida. Nunca hubiera imaginado poder conocer a la mujer con mayúsculas, por antonomasia. Esa que me hiciera descubrir en mi corazón sentimientos que siquiera imaginaba que existieran. Gracias princesa, por ese fascinante interior que alberga tu alma buena y, sobre todo, muchas gracias por concederme el honor de poder compartirlo contigo. Por todo ello, quiero dedicarte esta canción y decirte que las sombras han sido desterradas por la luz de tu sonrisa, que ya he roto con ese pasado que me tenía dolorido y confuso; y mil caricias para decirte, que siete vidas tiene un gato. Seis vidas ya he quemado, y la última, la más importante y maravillosa, la quiero vivir a tu lado. TQM princesa, y esta va para ti.