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La Dama de Baza. Siglo IV A.C. ¿No os recuerda algo los colores policromados de sus alas? |
La frase del día
viernes, 25 de mayo de 2012
DE PITADAS Y OTRAS TONTERÍAS
miércoles, 16 de mayo de 2012
Valladolid (Imágenes que llevo en el corazón)
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Santa María La Antigua |
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Patio de Las Tabas |
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Fachada de San Pablo |
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Campo Grande |
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Fuente de La Fama |
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Valladolid desde El Pisuerga |
Acera de Recoletos |
Acera de Recoletos |
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Teatro Calderón |
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Patio de San Gregorio |
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Fachada de San Juan de Letrán |
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Patio de Las Tabas |
Casa-Museo de Cervantes |
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Academia de Caballería |
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Catedral |
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San Benito El Real |
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Puente Colgante |
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Plaza Zorrilla |
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Plaza Mayor (Ayuntamiento) |
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Fachada de San Gregorio |
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Patio de San Gregorio |
Pucela y la frikipedia
lunes, 7 de mayo de 2012
UN PAÍS TRISTE
lunes, 26 de marzo de 2012
NIKOLA TESLA: EL GENIO REPUDIADO

Resulta extraordinario ver como a finales del siglo XIX y principios del XX, se juntaron gran parte de las mentes más preclaras de la humanidad para ir alumbrando en poco tiempo los avances tecnológicos más asombrosos, rápidos y fascinantes de toda la historia de la humanidad. Aún más paradójico resulta comprobar como todas se fueron juntando en un punto concreto: los Estados Unidos. Claro está que, en materia de ciencia, no podía ser de otro modo, ya que los grandes capitales dispuestos a arriesgarlo todo en aras de un progreso... monetario, se hallaban en aquel emergente país, que supo entender como nadie que en el camino tortuoso de la investigación estaba el futuro. Allí, en los albores de un siglo llamado a ver los descubrimientos tecnológicos que pusieron los cimientos de nuestro actual progreso, se potenció como nunca el mecenazgo para atraer a los más dotados científicos bajo promesa de la ansiada oportunidad de poder desarrollar sus proyectos; la misma que les negaba el viejo continente, anclado en la decrepitud sin darse cuenta de ello, y observando de brazos cruzados como todos aquellos que podrían haberle ayudado a mantener el lustre pasado, emigraban con poco dinero y muchas ilusiones hacia la meca de la ciencia. Albert Einstein podría ser el buque insignia de esta idea, y quizás el más famoso de todos los científicos emigrados. Sin duda hubiera sido la mente más preclara de no haber sido por la existencia de un ingeniero croata (aunque étnicamente fuera serbio) al que hoy le debemos parte de nuestro progreso y que cayó en el túnel del olvido: Nikola Tesla.
Hijo de un predicador, comenzó sus estudios de ingeniería eléctrica en la universidad de Graz. Dicen que se pasaba el día leyendo y memorizando libros enteros gracias a su memoria fotográfica. Poco tiempo después se trasladó a París, donde comenzó a trabajar en una de las empresas de Édison. Por recomendación de su jefe, recibió una oferta para trasladarse a los Estados Unidos como colaborador del afamado inventor. Pronto, ambos genios entraron en conflicto y su separación se produjo en 1885, solo un año después de su desembarco en Nueva York. Tras varios trabajos destinados a recaudar fondos, consiguió fundar en 1886 la Tesla Electric Light & Manufacturing y comenzó su colaboración con George Westinghouse. Durante esta época, desarrolló máquinas que producían rayos x y el germen de la trasmisión eléctrica sin cables (idea que le rondaría para siempre y que intentó desarrollar a lo largo de toda su vida). En 1891 demostró la trasmisión inalámbrica de energía y lo que hoy se denomina el efecto tesla. También y gracias a su descubrimiento de la corriente alterna (la misma que hoy usamos en nuestras casas), se contruyó en las Cataratas del Niágara la primera central eléctrica como hoy las concebimos, y que dotó de energía a la ciudad de Búfalo. Fue también en esta época en la que descubrió su celebérrima “Bobina Tesla” y la radio. En su honor se llamó Tesla a la unidad de medida del campo magnético.
Pero el inventor seguía fascinado por la idea de trasmitir la electricidad sin costes a todas las partes del mundo, de modo inalámbrico y, tras diversas vicisitudes, logró comenzar su proyecto más ambicioso aliándose con el banquero J. P. Morgan, al que convenció con la idea de crear un ingenio capaz de trasmitir imágenes y sonidos por el aire. Fruto de esta unión y para este fin, nació la Torre de Wardenclyff. Cuando el banquero descubrió que los verdaderos intereses del científico era la trasmisión gratuita de energía para toda la humanidad, abandonó el proyecto y retiró los fondos.
Tras este duro revés al que se unió el carácter solitario del croata, sus muchas excentricidades (llegó a inventar un aparato llamado Telascopio para comunicarse con seres de otros planetas, afirmando haberlo conseguido), su prepotencia y su filantropía, Nikola Tesla acabó sus días arruinado y olvidado, en una habitación de hotel de Nueva York. Tras su muerte, el gobierno confiscó todos sus documentos que no serían entregados hasta años más tarde y que hoy se pueden ver expuestos en el Museo Tesla de Belgrado. Me gustaría pensar que todos estos papeles fueron entregados, pero este punto, tan discutido como incierto, es uno de los grandes enigmas (quizás el último) de la vida del inventor más grande de la historia.
Hay momentos en los que nos podemos sentir orgullosos del desarrollo alcanzado por la humanidad, pero nunca deberíamos caer en el error de olvidar a todos aquellos que lo hicieron posible. Como en otras muchas ocasiones, la memoria de Nikola Tesla se vio enterrada por los bastardos intereses económicos, llenando de ignominia a todos cuantos contribuyeron al oscurantismo a lo largo de los siglos y que se preocuparon de que este nombre cayera en el olvido de los tiempos, sepultado bajo la negra capa de la codicia humana. Nada de lo logrado hasta hoy hubiera sido posible sin la existencia de este hombre sencillamente genial, cuyo mayor interés pese a sus muchos errores, fue el de poder hacerle llegar a todos los hombres una energía que consideraba pertenecía a la tierra y que, como tal, debía ser repartida sin distinciones. Otra hermosa aspiración asesinada por los espurios intereses de personas que solo ansían enriquecerse con las necesidades de sus congéneres. Que Dios, si lo tiene a bien, les perdone; yo no tengo ningún propósito de hacerlo.
Para acabar y a modo de reflexión, quiero dejar un pensamiento del propio Nikola Tesla. Estas palabras definen sin duda al genial científico, que michos catalogaron como loco, pero que no era nada más que un genio irrepetible:
"En un futuro próximo veremos una gran cantidad de aplicaciones de la electricidad: Podremos dispersar la niebla mediante fuerza eléctrica; Centrales sin hilos se utilizarán con el propósito de iluminar los océanos; Se conseguirá la transmisión de imágenes mediante hilos telegráficos ordinarios (transmisión sin hilos de inteligencia y energía); Otra valiosa novedad será una máquina de escribir operada mediante la voz humana; tendremos eliminadores de humo, absorbedores de polvo, esterilizadores de agua, aire, alimentos, y ropa; Se convertirá en imposible contraer enfermedades por gérmenes y la gente del campo irá a las ciudades para permanecer allí; Transmisión de energía sin hilos (producida por generadores ambientalmente compatibles) para que el hombre pueda solucionar todos los problemas de la existencia material. La distancia, que es el impedimento principal del progreso de la humanidad, será completamente superada, en palabra y acción. La humanidad estará unida, las guerras serán imposibles, y la paz reinará en todo el planeta."
INVENTOS DE NIKOLA TESLA
• Corriente alterna (hoy utilizada en todos los hogares y empresas del mundo)
• El radar
• El microscopio electrónico
• El horno de microondas.
• Transferencia inalámbrica de energía eléctrica (no demostrado): mediante ondas electromagnéticas.
• Radio.
• Bombilla sin filamento.
• Dispositivos de electroterapia.
• Submarino eléctrico.
• Lámpara fluorescente (más conocido como tubo fluorescente, ese mismo que veréis en las cocinas de nuestros hogares).
• Teslascopio.
• Métodos y herramientas para el control climático.
• Control remoto.
• Motor de turbina que utilizaba discos en lugar de alabes.
• Ondas Tesla.
• Afirmó que uno de sus experimentos revelaba la existencia de partículas con carga menor que la de un electrón. En la actualidad se conocen como "Quarks" y resulta del todo asombroso que se adelantase a un descubrimiento relativamente reciente con los medios rudimentarios de los que disponía.
• Armas de energía directa
• Sistemas de propulsión por medios electromagnéticos (sin necesidad de partes móviles)
• Bobina Tesla: entregaba en la salida una energía de alto voltaje y alta frecuencia.
• Principios teóricos del radar
• Oscilador vibracional mecánico
• Impulso Gravitacional Atómico
• Aviones Stol: Los aviones de despegue y aterrizaje vertical cortos (harrier, f-35, etc).
• Envío de electricidad con un solo cable: aparte del convencional sistema que se usa, el cual requiere 2 cables, para el suministro eléctrico a los dispositivos, Tesla demostró en multitud de ocasiones que es posible el envío de energía eléctrica a través de un único cable de 1 solo hilo. Por tanto, en este ejemplo, el concepto común de voltaje (diferencia de potencial), podría calificarse simplemente diciendo que voltaje es cualquier potencial y no necesariamente la diferencia.
• Radiogoniómetro: Sistema electrónico capaz de determinar la dirección de procedencia de una señal de radio
• Teleodinámica eléctrica
viernes, 15 de julio de 2011
S.G.A.E: PIO, PIO, QUE YO NO HE “SIO”



Aunque me dé cierto apuro reconocerlo, este es un escrito que llevaba tiempo con ganas de hacer y que, además, sabía de antemano que alguna vez iba a ser hecho. No es que me haya embarcado en las ingentes filas de la pitonisa Lola, ni que sea un sacaduros más de esos que pueblan nuestros televisores en las madrugadas, pero no hace falta ser oráculo de Delfos para comprender que el dinero fácil lleva a corrupción segura; sobre todo cuando se ejerce un escaso o nulo control sobre él. La naturaleza humana es así, y no resulta complicado entrever que donde hay enormes cantidades de peculio, pronto van a surgir aves de rapiña que van a hacer el agosto a costa de los de siempre: de los curritos pagadores que antes que un lío prefieren dar lo que se les pide a cambio de una relativa tranquilidad. Una vez leído lo anteriormente escrito, no me queda otra que aceptar que me produce cierta satisfacción la idea de ver al tipo de la gabardina que esperaba agazapado tras las toalla para grabarme mientras cantaba en la ducha para pasarme después la minuta en concepto de canon; el mismo que se colaba en las bodas, bautizos y comuniones para denunciar a los contrayentes; ese que me obligaba a pagar un impuesto por si cometía un delito de piratería al comprar un ordenador, un mp3, una regrabadora dvd, un televisor, un vídeo, un teléfono celular, un cd o un dvd, un pen drive o, simplemente, un equipo de música, para tener después que volver a pagar cuando compraba mi disco o realizaba una descarga legal, sin tener en cuenta si el uso que le iba a dar era fraudulento o no, obviando así la parte más importante del derecho penal: la intención. Baste para ilustrar esto el ejemplo siguiente: vamos caminando por la calle y, al doblar la esquina, nos encontramos una cartera repleta de dinero. El viandante que viene detrás, se identifica y nos da rastros inequívocos de que dicha cartera es suya y, acto seguido, se la devolvemos. Como es lógico, el código penal nos exonera de cualquier responsabilidad ya que, aunque obra un nuestro poder una cartera con un dinero que no es nuestro, no hemos tenido la intención de robarla: simplemente nos la hemos encontrado. Esto, que resulta evidente para cualquiera, no se da con la famosa y manida S.G.A.E: antes de poder preguntarnos para qué vamos a usar el soporte digital adquirido, ya nos gravan con un impuesto por si somos chicos malos; y eso es así:“dura lex, sed lex” ( “la ley es dura, pero es la ley” ). Así que no creo justo que se me pida que no observe con cierto regocijo todo lo sucedido con esta entidad de cobro, que ha estado actuando presuntamente de un modo fraudulento y desvergonzado, engañándonos a los usuarios y a los autores por partes iguales porque, no es justo obviar que estos últimos son los principales damnificados.
Y en esto estaba cuando llegó la comparecencia voluntaria de la principal responsable del Ministerio de Cultura, Ángeles González-Sinde, y para rizar aún más el rizo, comienza a entonar aquella cancioncilla infantil que más de uno hemos cantado en nuestra infancia: “Pío, pío que yo no he sío” y el asunto, si no fuese tan serio, tomaría ya un cariz caricaturesco propio del mejor folletín esperpéntico: ¡ay lo que hubiera sido capaz de escribir don Carlos Arniches con esto!, pensé de inmediato. Y es que no podía uno por menos que sonrojarse por la vergüenza ajena. Eso de echar la culpa a la resolución del 1997 que ejecutó la Ministra de Cultura de aquel momento (Esperanza Aguirre) y a las comunidades autónomas por no ejercer el control adecuado, ya sonaba a burla y a insulto a la inteligencia común de todos los españoles. En aquel año, se aprobó que las entidades de cobro pudieran formar empresas privadas para sus gestiones, lo que realmente constituye un craso error que nos ha llevado a la actual situación, esto resulta innegable. También es cierto que existe un fallo del tribunal supremo merced al cual las competencias en dos comunidades (no a todas como afirmó la ministra) en concreto debían ser traspasadas; pero no es menos cierto que dichas competencias jamás fueron hechas efectivas, con lo cual cualquier atisbo de culpabilidad queda disuelto en la arena de los tiempos, que ha cubierto lo que debía haber sido y no fue. En cuanto a lo del famoso fallo del año 1997, resulta vergonzante que tras dos legislaturas y tres ministros diferentes, nadie haya abordado este error de bulto lo cual, al menos a mi entender, les da la responsabilidad a los actuales miembros de dicho ministerio bien por inacción o bien por omisión: creo que esto es de lógica y que no se le puede escapar a nadie.
Por si esto no fuera suficiente, el artículo 159 en su punto primero obliga al Ministerio de Cultura a llevar el control de dichas actividades económicas. Todo esto se refrenda además en el apartado 11 de la Ley de propiedad intelectual que se expresa en los mismos términos, con lo cual creo que todo queda más que dicho, demostrado y, lo que es peor, deja en entredicho la actuación de la actual portadora de tan importante cartera. Todo esto me lleva a una dura reflexión que se ha convertido en vox populi: “Estos nos han tomado por tontos”. Provoca sarpullidos recordar ahora a González-Sinde en comparecencia púbica junto al presidente de la S.G.A.E mostrando las cuentas realizadas por auditoras independientes en las que todo cuadraba. Tengo la impresión de que no solo no cuadraba si no que además era una tomadura de pelo al conjunto de la sociedad por parte de la cúpula dirigente de la organización ¿SIN ÁNIMO? de lucro (pero que sin embargo contaba con cuantioso y cada vez más ingente patrimonio). Espero que por fin se pueda resolver todo esto y que, al menos en algo tan delicado y tan universal como es la cultura, pueda regir al final la equidad, la transparencia y la honradez: creo que nos lo merecemos todos.
martes, 5 de julio de 2011
PROCESOS MENTALES
Tengo que admitir, además sin mucho esfuerzo, que en muchas cosas debo definirme como alguien, cuanto menos, peculiar. Son muchas las veces en las que me sorprendo con algún tipo de pensamiento que se podría calificar de trasnochado, no por su contenido caduco, si no por la forma en que elaboro y llego a tales conclusiones. Y es que mis procesos mentales son bastante difíciles de entender, aunque sean explicados. Su naturaleza es simple, nada intrincada, pero la consecución suele ser sorpresiva, por dilatarse tanto en el tiempo que, en la mayor parte de los casos, para cuando llegan al fin a puerto han transcurrido en el mejor de los casos algunas horas; en la mayoría de ellos unos cuantos días. Así que cuando tengo a alguien lo suficientemente cerca como para escucharme pensar en voz alta (otra de mis delirantes costumbres), tengo que asistir al gesto asombrado del pobre receptor. Tras dar las preceptivas explicaciones que, sean o no pedidas, son cuanto menos necesarias para evitar que me coloquen esa camisa de fuerza que (sic) sin duda tantas veces merezco. Lo más frecuente es que me espeten a modo de pregunta retórica un “¿ Y ahora a qué viene eso ?”, o a su hermano gemelo: “¿ Y ahora te acuerdas de eso ?”, a lo que tengo que responder con un encogimiento de hombros que a fuerza de pura reiteración me sale ya automático, acompañándolo de un pequeño atisbo de contrasentido que, como le sucede al escorpión, solo se puede entender como uno de las excentricidades que adornan mi persona: “es mi naturaleza”, que diría el pobre bicho.
Explico todo esto porque fue algo que me sucedió hace un par de días, mientras mantenía una conversación con alguien, acerca de una cita en latín que había podido leer en el asiento de una motocicleta y que, por los motivos que arriba he expuesto, volvió a dejar perpleja a mi receptora. Y no hubiera dejado de ser una de las tantas si no hubiese servido de mecha o, si se prefiere, de hilo conductor a la segunda parte de la conversación (otra más de las brillantes agudezas que tiene a bien regalarme tantas y tantas veces, y que me está sirviendo de tan importante guía en estos tiempos oscuros: no dispondría con dos vidas más que tuviera del tiempo necesario para agradecérselo). Tras el inevitable encogimiento de hombros, me espetó una queja plausible y lógica, en la que yo no había caído, pero que podría resultar más que generalizada y, por el respeto que me merecéis todos aquellos que formaís parte de ese cincuenta por ciento de este pequeño trozo de mi alma que voy desgranando renglón a renglón (y pensando sobre todo, si me permitís la leve discriminación, en mi querido heraldo, capaz de decirme las cosas que necesito y no solo las que me gustaría escuchar), no quiero dejar sin aclarar.
Sé que la frecuencia con la que he insertado algún escrito en estos últimos tiempos no ha sido ni siquiera aceptable, no me duelen prendas en admitirlo: algo contrario sería de una desfachatez inusitada. En mi descargo, tengo que alegar que estos no han sido los mejores momentos de mi vida, que salvo en la faceta afectiva (en todas sus vertientes), está atravesando un valle sombrío del que poco a poco estoy comenzando a salir. En estas circunstancias, poco o nada recomendable para mi salud sería el haber escrito; tal y como le pasase en su día a Semprún (salvando las diferencias con el maestro), he vivido un periodo en el que he tenido que decidir entre la escritura o la vida. Él, durante más de veinte años, tuvo que reprimir el ansia de escribir, como medida de protección para no perder la razón, tras su salida del campo de concentración de Buchenwald.
Hay muchos escritores (y algunos escribidores entre los que me cuento), que son incapaces de separar lo personal de lo escrito; por contra, se utiliza la pluma para la comprensión, la reflexión o el exorcismo de fantasmas. Es este un ejercicio altamente gratificante, pero en extremo doloroso. Cuesta mucho escribir sobre algo doloroso, sobre todo cuando se deben observar con sumo cuidado cada arista, cada vértice y cada vórtice, cada lado y cada uno de los pequeños matices que suelen comprender las complejas realidades. Así, escribir se convierte en algo inaudito que, en ese momento, solo puede conducir a la senda del dolor, alejado de cualquier atisbo de solaz.
Por eso de mi prolongado silencio, que solo fui capaz de romper con unas reflexiones que me parecieron graciosas, y que por un momento me provocaron la sonrisa. Siendo cierto que, mirándolo con detenimiento, las leyes inexorables rompen un tanto la estética y el tono general del blog, me parecieron una forma graciosa de romper una tendencia oscura. Espero que nadie haya unido mi ausencia con la insustancialidad de las leyes... para pensar que ha dejado de ser importante para mí este pequeño pedazo de alma que comparto con quien tenga a bien perder en el unos instantes. Merced a mi heraldo, todo se ha curado y mi ánima se ha restablecido por completo. Nunca podré agradecerte todo lo que has hecho por mí, porque es tanto y tan continuo que necesitaría mucho más de lo que te puedo ofrecer.
Gracias por seguir ahí, visitando mi blog.